viernes, 29 de febrero de 2008

Torre de la Malmuerta

La torre de la Malmuerta es una torre albarrana (unida a la muralla con un arco) que se conserva entre la avenida de las Ollerías, la plaza de Colón y la calle Adarve. Su construcción comenzó a principios del siglo XV por orden del rey Enrique III.

Existen dos leyendas sobre esta torre. Hoy hablaremos solo de la que le da nombre, que Teodomiro Ramírez de Arellano en su libro Paseos por Córdoba refleja así:

"no ha sido posible averiguar el verdadero título de Malmuerta, pues lo que sobre ello se dice es uno de los muchos cuentos con que el vulgo ha entretenido siempre sus ocios, y respecto á este edificio lo ha hecho[...] Dicen que un caballero ascediente de los Marqueses de Villaseca, mató a su mujer, juzgándola culpable, faltando á los deberes de buena esposa, y que arrojándose á los pies del Rey, éste lo condenó a fabricar esa torre en memoria de aquella señora que habia sido mal muerta, por tomarse la justicia por sí mismo, y que en ella habia de acabar su vida, por lo que tardó muchos años en su construcción".

jueves, 28 de febrero de 2008

Calle Moriscos

Moriscos fue el nombre que recibieron los musulmanes bautizados o convertidos al cristianismo. La calle se llama así porque muchos moriscos se establecieron en ella, gracias a la hospitalidad de los cordobeses, después de ser derrotados y desterrados de Granada por Felipe II tras la Rebelión de las Alpujarras.

No obstante, antes de tener esta denominación se llamó calle de Guadalupe, debido a un beaterio de este nombre que existió al principio de ella, junto a la iglesia de Santa Marina.

En el extremo oriental de la calle se encuentra la fuente de la Piedra Escrita, al parecer llamada así por la inscripción en piedra que existe en la parte superior y que nos informa de que fue hecha en 1,721. Antiguamente su agua procedía del manantial de la Fuensantilla.

A veces su nombre se confunde con la vecina calle de Marroquíes.


miércoles, 27 de febrero de 2008

El nombre del barrio

Una parroquia, en este caso bajo la advocación de Santa Marina, es la que da nombre a nuestro barrio como ocurre con otros de la ciudad. Cuando el rey Fernando III arrebató Córdoba a los musulmanes en el 1236 la dividió en collaciones o parroquias. A la nuestra le otorgó el nombre de Santa Marina de Aguas Santas, en honor a esta virgen y mártir española.

Así pues la iglesia, una de las llamadas iglesias fernandinas, se inició tras las conquista cristiana en el siglo XIII. Es de estilo gótico-mudéjar y presenta planta basilical de tres naves, en las que la central es más alta que las laterales. las cubiertas, como es frecuente en el arte mudéjar, son de artesonado. En su sobrio interior es de destacar la capilla mudéjar de los Orozco.

La plaza de Santa Marina y la contigua del conde de Priego, están dominadas por la silueta de esta iglesia que se alza como una fortaleza con sus poderosos contrafuertes.

Más adelante habremos de hablar más en detalle de este monumento, uno de los más emblemáticos de nuestra ciudad.

martes, 26 de febrero de 2008

Comenzando con un recuerdo

Un blog puede ser un buen lugar de encuentro para quienes vivimos en este bonito barrio. Un lugar en el que, salvando los obstáculos del tiempo y el espacio, podamos compartir todo aquello que el ritmo de vida actual nos impide compartir cara a cara. También un sitio en el que reivindicar nuestras inquietudes y aspiraciones. De momento no me extenderé más en las intenciones o las motivaciones, sobradamente justificadas, para crear este espacio.


Me gustaría recordar en este primer apunte a dos vecinos que fallecieron hace justo un año en un desgraciado derrumbe entonces ya comentado. Fue en la calle Palomares donde nuestros vecinos Antonio y María Teresa murieron el 21 de febrero de 2007 a consecuencias de las obras en un solar colindante de la calle Muro de la Misericordia. Afortunadamente sus dos hijos lograron salvarse. A la memoria de este matrimonio, María Teresa y Antonio, dedicamos el inicio de nuestra bitácora.