viernes, 29 de junio de 2012

LOS PATIOS DEL PALACIO DE VIANA

Entrada actual al palacio y los patios

El pasado día veintiséis de abril es un día de puertas abiertas del los Patios del Palacio de Viana, día que había que aprovecharlo pues estamos en tiempos que la privatización de las cosas obligaran al pago de su disfrute. Antes creo recordar que la entrada a los patios estaba exenta de pago. La pena es que no pudiese ser el palacio público, y su paso por las manos de la iglesia significase –ya lo era antes- la privatización definitiva. Multitud de fotógrafos, unos más japoneses que otros, pero multitud.


Casa del s. XV

De todas formas siempre han sido los patios un verdadero goce de los sentidos. Otra cosa es el palacio que simboliza lo que no debe ser, épocas de grandes diferencias, aunque poco difieren de estas y de las que están por llegar, si no le ponemos entre todos remedio. Cuando escribo esto estoy pendiente de la hora para la manifestación protesta por los desmanes que está cometiendo el capital -digo capital y no gobierno, porque este es el que manda, la soberanía del pueblo es mentira, y los gobernantes meros comparsas-  en la Sanidad y la Educación. Sólo se pueden hacer con ciertas edades cuestiones testimoniales de relleno o bulto da igual, pero no olvidar nunca que gota a gota se llena un jarro.

Salón 
El palacio contiene en si mismo, formando parte de su propio ser, una de las mejores y cuidadas colecciones de patios de Córdoba.  Fue declarado Monumento histórico Artístico Nacional en 1981 –que puede que lo librara de la especulación y la posible picota- y Jardín Histórico Artístico en 1983, 29 y 31 años hace respectivamente. Los folletos del mismo hablan de un recorrido sensorial, y es así no cabe la menor duda, es una primavera constante la que se vive en ellos, y una sinfonía de colores donde priman los verdes de todo tipo. 



Capilla

Olor, color, texturas, sonidos, un conjunto de sensaciones que, mezcladas, te embriagan de tal manera y te transportan a un estado que pudiera ser cercano a la paz de ese paraíso que citan todas las religiones para ganar sus adeptos. Un edén particular dentro de la vorágine de la ciudad y la contaminación. Rincones para cualquier estado de ánimo, para cualquier espectador. 



Una rosa


A primera vista no se van modificaciones en los patios, me imagino que el remozamiento pasa desapercibido. Sí es evidente una tienda, cuestión comercial fundamental, una sala de proyecciones y otra a modo de aula audiovisual con nuevas tecnologías. Es importante citar el folleto explicativo al que le daría un sobresaliente. En él se nos citan curiosidades a no perderse: una encina de más de cuatrocientos años; un pozo medianero de brocal hispano-musulmán;  un cenador grutesco; azulejos del patio de los Jardineros; objetos arqueológicos en el patio de la Capilla; y otras curiosidades que no vienen en los papeles.



Cenador grutesco

Nos hablan de los dieciocho propietarios que ha tenido el palacio, desde que D. Gome, el de las Rejas, le dio su nombre primitivo. Tiene una extensión de unos seis mil quinientos metros cuadrados en la actualidad, pero en principio y a lo largo de los siglos ha ido creciendo la propiedad.



Plano de los patios

En principio nos trasladamos a mediados del siglo XV: Patio de los Naranjos del Recibo y la portada en el s. XVI y el del Archivo en el s. XVIII; Una primera ampliación a finales del s. XVI, la Caballerizas y el Patio de las Rejas del XVII; Segunda ampliación mediados del XVI, Patio de los Gatos que configuraba una casa del s. XV se adquirió en el XVI y se incorporó en el XVIII.  Tercera ampliación, segunda mitad del s. XVII; Patio de la Madama s. XVIII. Cuarta ampliación principios del s. XIX; Jardín s. XIX, Patio de la Capilla s. XVII, Patio de la Alberca y del Pozo, Jardineros y Cancela que tiene modificaciones importantes en el s. XX. Quinta ampliación finales del s. XX; Patio de las columnas 1983.



Plano Histórico del Palacio

Siempre hemos dicho que la herencia de los patios en esta ciudad procede en principio de la civilización romana, que en sus normas arquitectónicas -evidentemente la de las casa de la clase media y alta-, contaba con el impluvio para recoger el agua de lluvia y a cuyo alrededor se situaban diversas estancias.  Luego la civilización árabe más celosa de su intimidad lo incorpora a sus casas, con las entradas en ángulo recto para no que no se vea el interior, además de buscar ese oasis necesario de agua y verdor, como un edén particular.



Otra rosa

Al final las casas de vecinos, cuya colectividad es la culpable de su continuidad, con el esfuerzo y colaboración de los vecinos, era lo único agradable dentro de las míseras condiciones de vida. Unos retretes comunes, una pila común, incluso cocinas, y como no, el patio lugar donde normalmente se vivía porque lo más corriente es que las familias tuviesen una sola habitación para todos sus miembros. El recorrido actual de los patios de Viana es en sentido contrario al anterior. Se empieza por la tienda la que tienes que cruzar entera para desde allí iniciar el recorrido sensorial, una vez hayas visto la cantidad de objetos que puedes adquirir de todas clases. 


Patio de Recibo (El símbolo del prestigio)

El patio, la portada renacentista y las caballerizas, todos ellos del siglo XVI, son el símbolo del estatus económico y la fortaleza de la familia Villaseca. Destaca su arquitectura soberbia y la jardinería con una enorme palmera en su centro.


Patio de los Gatos (Hogar medieval)

Es uno de los más normales. Perteneció a las casas de la Puentezuela de Tres Caños y eran viviendas de alquiler, allí se ven las cocinas y pilas comunes. Es uno de los más antiguos de la ciudad.


Patio de los Naranjos (Huella del jardín-huerto árabe)

Fue el patio de entrada al palacio en el s. XV, Tiene la configuración celosa de su intimidad el agua y su combinación de frutales y plantas.




Patio de las Rejas (Exhibición del poder)

Se realizó en el s. XVII en su fachada sur se abre con tres rejas manieristas que dieron el nombre a la calle dónde miran y por donde se permite ver el interior para exhibir el poder de sus propietarios, es el llamado icono de Viana.


Patio de la Madama (El gusto por lo exquisito)

Su corte es clásico e íntimo, para el disfrute privado, se construyó con la reforma del s. XVIII y en el XX incorporó el círculo de cipreses.



Patio de las Columnas (Espacio cultural de los siglos XX y XXI)

Se construyó en 1983 para eventos y actividades culturales por Cajasur.



El Jardín (Arquitectura vegetal)

Se realiza a principios del s. XIX, a imitación de los jardines de esa época, por deseo del VII marqués de Villaseca.


Patio de la Alberca (La intendencia jardinera)

El conjunto de este patio con su alberca e invernadero, junto con el del Pozo y los Jardineros es el espacio laboral de mantenimiento de todo lo demás. Fue la zona de servicio de la casa de los Torres Cabrera, que se anexiona en el s. XIX


Patio del Pozo (El agua de Viana)

El pozo que surte de agua al palacio, del arroyo subterráneo del Colodro, que no ha dejado de manar nunca y que mantiene con su líquido y preciado elemento la población vegetal de todos los patios.



Patio de los Jardineros (El jardín vertical)

Este lugar albergaba los útiles de jardinería. Lo más destacable es el alto muro forrado de celestina y todos los elementos arqueológicos que allí se exhiben, de los que no se cita su procedencia.



Patio de la Capilla (El silencio)

Se configura en el s. XVII y se incorpora al palacio en el s. XIX. Su nombre le viene por una capilla que se recupera de la ruina. Destacan también múltiples piezas arqueológicas de las que también se echa de menos saber su origen, una simple plaquita con una reseña sería suficiente.



Patio del Archivo (El barroco cordobés)

Es el patio interior por excelencia, el centro de la propiedad, prácticamente en el corazón del palacio que alberga  en su planta superior el importante archivo de Viana. Sus puertas y ventanas azules y su jardinería sobria con una fuente central mantienen la armonía del mismo.



Patio de la Cancela (Es la nueva entrada)

Fue la entrada a la casa de los Torres Cabrera, hasta que se anexionó a Viana por compra en el s. XIX. Su aspecto actual es de mediados del s. XX. Tuvo granero y caballerizas.



Un busto

Lo único verdaderamente cierto es que es una delicia visitar los patios de Viana, pero no lo hagan el día de puertas abiertas (que seguro tardará en haberlo), es imposible hacer una fotografía sin que en el encuadre haya ocho o diez personas, o si quiere rodar algo le salgan espectadores como en la tiradas de córner de los partidos de fútbol. Desesperante y lógico, y uno también era de los que molestaba seguramente a otros, aunque los que somos aficionados procuramos no entrar inmiscuirnos en los planos de otros.


Vídeo de las fotografías de los Patios de Viana



Vídeo de los Patios



Vídeo del Palacio



Postales de Viana


Fotos del autor y del folleto de Viana
Bibliografía del folleto de Viana.

Gracias a la gentileza del autor de esta entrada, Paco Muñoz, tomada de su blog Notas cordobesas.