sábado, 29 de marzo de 2008

Zarco

Zarco, según el Diccionario de la Real Academia puede significar "de ojos color azul claro". Así que el nombre de esta calle parece ser muy antiguo y provenir de esta característica física de uno de sus antiguos habitantes. En efecto, según cuenta el historiador cordobés Escobar Camacho en el libro Córdoba en la Baja Edad Media, la calle ya era conocida por su actual nombre hacia el año 1400 (principios del siglo XV). Tal denominación provendría de uno de sus moradores. Según Ramírez de Arellano este vecino de ojos azules "á la vez era el más viso de toda la calle"; es decir, el más distinguido, de ahí que la calle tomara ese nombre.

Esta calle desemboca por su lado sur en la calle de las Rejas de Don Gome y por el norte en la confluencia de las calles Morales, Tafures y la plaza del Rector. Hacia la mitad de su recorrido hace un recodo que da lugar a una pequeña plaza donde se encuentra el Cine Olimpia, uno de los pocos cines de verano que quedan en nuestra ciudad y que antiguamente fue conocido también con el nombre de Cine Zarco. Es una calle estrecha que sin embargo admite el tránsito de automóviles en gran parte de su recorrido; está empedrada en su centro mientras que las aceras son aún de losas de granito.

A finales de los años 60 existió una piscina pública en una de sus casas abierta en exclusiva a mujeres y niños.

domingo, 23 de marzo de 2008

Arreglo en Mayor de Santa Marina


Según hoy publica un diario local, la calle Mayor de Santa Marina puede verse beneficiada en breve de un más que necesario arreglo. O al menos eso se desprende de la confusa noticia en que uno de los concejales encargados del asunto habla de mejoras para una treintena de calles del casco histórico.

No nos importa si se empleará asfalto u otro material, ni si la cosa depende de tal área o tal gerencia, lo cierto es que el barrio viene necesitando desde hace tiempo un"repasito". Bienvenido sea este comienzo. Pero sobre todo, que sea verdad.

sábado, 22 de marzo de 2008

Pacto con el diablo

Destacado en nuestro barrio es el convento de Santa Isabel de los Ángeles, más que merecedor de que algún día le dediquemos su propia entrada, y no solo por seguir atrayendo todos los miércoles a muchos devotos de San Pancracio, en busca de Salud y Trabajo.

Dos son las leyendas que Teodomiro Ramírez de Arellano vincula con este convento. Hoy nos referiremos a la de la monja Magdalena de la Cruz, que en él profesaba (página 97). Fue monja milagrera que logró fama de santidad: aliviaba males y obraba prodigios, hasta el punto de que Carlos I enviaba para que las bendijese las canastillas de su esposa, la reina, que estaba encinta. Sin embargo, un día...


"...estando varias monjas á el acecho, vieron una noche penetrar en su celda a un gallardo jóven, que se entró con ella en el lecho...sospecharon entonces si tendría tratos con el demonio, y dieron aviso al confesor de una de ellas, que debió delatarla á la Inquisicion, cuando una noche...se presentó en el convento uno de los jueces, quien hizo llamar á Sor Magdalena de la Cruz, á la que se llevó en su carruage al efecto preparado. Ya en el tribunal, la pobre monja confesó tener pacto con el diablo, el cual le inspiraba cuanto hacía, acompañando su declaración con tantas lágrimas de arrepentimiento, que los inquisidores tuvieron alguna piedad de ella; mas no por eso dejaron de sacarla en penitencia en el auto de fé celebrado en 1555, con una vela amarilla en cada mano, descalza y llevando una gruesa soga al cuello, disponiendo que acabase su vida en un convento de Andújar, donde todos los dias, al ir al refectorio, se habia de tender atravesada en la puerta, pasando por cima las otras monjas, haciendo ademan de pisarla..."

jueves, 20 de marzo de 2008

Taberna Santa Marina
















Posiblemente la Taberna Santa Marina sea el establecimiento con más solera del barrio, como lo demuestra el homenaje de que fue objeto por parte del Consejo Regulador de los vinos Montilla-Moriles y HOSTECOR el 20 de abril de 1991, plasmado en una placa que cuelga en una de sus paredes, en la que se celebra nada más y nada menos que su 140 aniversario.

Fundada por tanto en el siglo XIX, sabemos que a principios del XX se denominaba Taberna Toledano y que en los años 30 fue conocida como "Almoguera" pues por entonces fue adquirida por Joaquín Almoguera. Desde 1975 pertenece a Rafael Martínez Obispo quien restableció su original nombre de Santa Marina, aunque desde entonces también se le llama "Casa Obispo" (como muestra una placa colgante en su fachada) en honor a su actual propietario.

En sus paredes, además de fotografías y carteles relacionados con el mundo del toreo, destaca un cartel dedicado al establecimiento por el guitarrista flamenco El Merengue.

Aunque Rafael Martínez sigue en activo, nos atienden amablemente sus nietos Jesús Murillo Martínez y Antonio José Martínez Gutiérrrez, orgullosos miembros de la tercera generación en el oficio. Su abuela, Carmen Jurado Cuevas, sigue elaborando con destreza las tapas calientes, aunque solo en Semana Santa y otras fechas señaladas. Destacan los boquerones fritos y en adobo, además de calamares, bacalao, flamenquines, albóndigas en tomate y la cordobesa "japuta". El resto del año nos tenemos que conformar con tapas frías: queso, ensaladilla, aceitunas y alcaparras. En cuanto a vinos se mantiene el Fino Predilecto de las bodegas montillanas Velasco Chacón. Aunque ahora también disponen de un tinto cordobés de bodegas Cobos. Eso sí, hoy día todos en tetrabrick. No obstante, las tres medias botas citadas en el libro Nuestras Tabernas siguen en su sitio.

La clientela predominante es gente del barrio y la peña de pescadores La Raspa continúa teniendo aquí su sede. En fin, un lugar donde, al decir de sus jóvenes camareros, "se reúne lo mejor de Santa Marina". Un ambiente popular con precios del mismo estilo. Un sitio para disfrutar del dominó, la compañía y el buen vino.

miércoles, 19 de marzo de 2008

Coplas...

Moriscos y Piedra Escrita
hasta la calle Montero
viniste detrás de mí
sabiendo que no te quiero.

(Estrofa flamenca citada por José Cruz en su libro Los piconeros cordobeses, página 30).

viernes, 7 de marzo de 2008

Arte Solimán


Los establecimientos del barrio también tendrán su espacio en esta bitácora, tanto los que tienen solera como aquellos de creación más reciente.

Hoy queremos saludar a uno muy joven, tanto por la fecha de su inauguración (julio de 2007) como por su actividad y la edad de quienes han puesto en marcha este novedoso establecimiento. Bien es verdad que su ubicación puede ser considerada exterior al barrio bajo una visión rigorista puesto que se encuentra en la plaza de Colón número 34. Pero si tenemos en cuenta que eso quiere decir a 70 metros de la Puerta del Rincón y que muchos de los vecinos de Santa Marina pasamos por ahí asiduamente, no podemos dejar de considerarlo parte de nuestro barrio; tal vez parte fronteriza, pero ¿qué espacio geográfico no tiene "zonas fronterizas"?

En cualquier caso no deja de ser saludable que contemos tan cerca con un establecimiento novedoso que aporta aire nuevo y cosmopolita a nuestro ámbito vital; un lugar en el que podremos gozar de propuestas de este tiempo; un espacio para la cultura de los que tan ayunos está lo que los políticos locales han dado en llamar "Axerquía Norte".

Javier Ibarra es quién nos ha atendido muy amablemente y nos ha explicado que no se trata de una mera sala de exposiciones, sino de un proyecto que contempla la comunicación y la gestión cultural en cualquier lugar. Y siempre con vocación vanguardista.

En la imagen, la sugerente instalación expuesta en la actualidad titulada La insoportable levedad de la vida, obra del artista cordobés Pablo Rubio.

Bienvenido sea Solimán Cre-ARte. Mucha suerte.

miércoles, 5 de marzo de 2008

Juan, el sastre

Juan Pérez Latorre nació en la provincia de Valencia y con seis años pasó a vivir en Barcelona. Desde hace 22 años es vecino de Córdoba. Su vivienda-taller, como los antiguos artesanos, la tiene en la casa-patio de la calle Marroquíes.

Modisto, sastre y bohemio, se define también como poeta, pintor y músico. Polifacético, como a él gusta decir. Ha sido objeto de varias entrevistas en periódicos y televisión, y ha posado con personajes famosos en fotografías que nos muestra con merecido orgullo. "Te reciben según te presentas" y "La presentación no lo es todo pero dice todo de Usted..." son las divisas que exhibe en el cartel propagandístico. En su peculiar atavío destacan sombreros y bastones.

Nos dice que del barrio le gusta sobre todo el ambiente: el compartir con vecinos y amigos el encuentro, la tertulia y la copa; la convivencia, en resumen.

Es frecuente, y también grato, cruzarse con su siempre elegante figura por las calles de Santa Marina. Un toque de cosmopolitismo y buena educación que nadie puede pasar por alto.

domingo, 2 de marzo de 2008

Árboles


Aunque no son muchos, ni muy variados, Santa Marina también tiene y ha tenido sus árboles. El de la foto es el fresno del lado norte de la iglesia. Un ejemplar singular que ya recogieran Manuel de César y Lola Salinas en su libro Los árboles de Córdoba. Esperemos que no acabe siendo víctima del acoso automovilístico como lo fue un joven arce de Canadá plantado en la plaza del Conde de Priego tras su remodelación ; obra que por otra parte se llevó por delante el maravilloso ciprés que durante décadas ornamentó y perfumó esa plaza, cobijando bajo su majestuoso porte tanto a pájaros como a viandantes naturales y foráneos.

Ojalá la uniformidad del naranjo no acabe dominando nuestras calles y plazas, porque también los arces negundos y aligustres de las Ollerías están sufriendo últimamente la condena de nuestras autoridades municipales.

En este blog dedicaremos espacio a nuestros árboles, como también a la necesidad de zonas verdes en un ya casi granítico barrio en el que brillan por su ausencia.