Cartelera de cine de verano en la Piedra Escrita. Año 1950.
En esta entrada recogemos testimonios sobre los cines de verano en nuestro barrio. El contenido está tomado del blog Luchemos por Córdoba gracias a la cortesía de su autor, Manuel Estévez, cuyo artículo completo animamos a leer por la cantidad de información que contiene sobre muchos de los cines de verano que existieron en Córdoba desde los años 40.
"De todos los
empresarios, quizás el más célebre y antiguo fuera Antonio Cabrera, hombre
desde muy joven relacionado con los espectáculos. El fue el que en Córdoba, y
con un puntero en la mano, iba desgranando los diálogos de las películas del
cine mudo que se proyectaba en nuestra ciudad. Este buen
empresario, de pequeña estatura y siempre con su lazo negro anudado al cuello,
protagonizó una anécdota en la Plaza de San Agustín en los años veinte. Él,
gran ojeador de artistas, oyó comentarios de que en la Plaza de San Agustín, y
junto a aquella antigua fuente de ladrillo rojo que dominaba el centro de la
plaza, se solía montar una pequeña orquestina que venía actuando ya varios
días. Estaba compuesta por un trompeta y un tambor, que tocaban aires muy
festivos y convocaban a mucha gente. El acudió allí, con ánimo de contratar a
los “artistas” y se encontró en plena función con un “SACAMUELAS”, apodado “El
Rápido”, que viniendo del pueblo de Alborote (Granada), se dedicaba a sacar
muelas como era la costumbre por aquella época. Sentaba a los clientes en un
elegante sillón, y mientras duraba la extracción, sus dos compañeros empezaban
a tocar tambor y trompeta, con un compás lo bastante alto y airoso que atraía a
la clientela. Cuando el agudo empresario se interesó por el número, “El Rápido”
que tenía una enorme cabeza, adornada con un gran bigote y un rasurado pelado a
lo “amadeo corto”, le dijo: “Sr. Mis compañeros empiezan a tocar en el momento
en que yo llevo a cabo la extracción, para que de esta forma no se oigan los
gritos de los pacientes”. Nosotros no somos ningún espectáculo, yo soy
solamente un “sacamuelas” y mis compañeros músicos “disimulan” los posibles
gritos de los clientes. Muy cerca de allí y en la casa de la esquina que luego
pasaría a ser "El Bar Andaluz", vivía nada menos que Dora la
Cordobesita, estrella del firmamento artístico español que se casaría con el
torero Chicuelo y se marcharía a vivir a Sevilla.
Pero anécdotas
aparte, en todo este trasiego de películas, de aquí para allá en sus pesadas
sacas, que diariamente, muchas de ellas las transportaba la Agencia Garrido de
la Calle Alfonso XIII. Hubo unas personas que durante muchos años fueron fieles
a este mundillo de los cines. Así desde el que sacaba las carteleras, el que
regaba el cine, el que hacía de acomodador, los porteros, los taquilleros, los
del ambigú y como no los maquinistas. Quiero destacar muy especialmente a la
familia de Juan Cabezas, que desde sus comienzos en la tienda de radios,
“Nelson”, ubicada en la Calle María Auxiliadora, y posteriormente trasladada a
la calle Los Moriscos, estuvo toda su vida ligado al mundo de la proyección y
la empresa del cine. En esta labor le acompañó siempre su esposa Encarnita e
incluso su hija. La extinta Peña “Los Amigos del Celuloide”, pudo certificar la
entrega profesional de esta familia por el cine. La hija, después de fallecidos
los padres, aún siguió trabajando en el Cine Coliseo San Andrés. Hay que decir
que el maravilloso inmueble del Cine Coliseo, es propiedad de los hermanos
Ortega Bueno, y en esa casa está a modo de "casero", el simpático
"Lucas", gran aficionado al fútbol, y que en aquellos tiempos jóvenes
de su equipo el "Andaluz", daba muestras de su amor propio y coraje.
Rafael Nieto, que ese es su nombre de pila, fue un gran colaborador con don
José María Izquierdo, el salesiano al que se le quedó pequeño el "Patio de
los Eucaliptos" para acoger a tantos jóvenes para su Oratorio de verano."
[...]
"Después de
estos comentarios aclaratorios, este cine tomó el nombre de CINE ZARCO, y la película que marcó un antes y un después en este cine,
fue la PELICULA FORTY, que fue una proyección, que gracias a unas gafas
de cartón y con papel celofán verde y rojo, se pudo ver en relieve. En esta
película, hay que comentar la escena, en la que el indio “lanzaba el hacha” y
que en las primeras filas, no tuvieron más remedio que agachar la cabeza en
claro movimiento de protección. Aquello se cundió por toda Córdoba, y dio más
morbo si cabe a la película…
En el CINE FUENSECA, fue la película MUNDO
DE NOCHE, la que hizo furor entre la gente joven aficionada al fútbol, pues
se cundió que en dicha cinta, aparecía en un momento determinado el famoso
“Pelé” que por aquellos tiempos estaba de máxima actualidad por su fama en los
campeonatos mundiales de Suecia. (1958) En este cine hubo grandes llenos, y
además se daba la circunstancia de que era el cine que echaba los mejores
REPORTAJES DE NODO, que nos parecían importantes por el poquito fútbol que nos
echaban.
Al estar el cine lleno y la gente esperando en la calle,
inevitablemente la salida había que hacerla por la Calle Santa Marta, por la
puerta situada exactamente enfrente de la Cooperativa de Ebanistas, que allí
había. Sobre dicha Cooperativa, se decía que en tiempos, se desarrolló una
sociedad masónica con todos sus ingredientes, hasta el punto de que varios
socios, formaron parte de una determinada candidatura al Ayuntamiento de
Córdoba en tiempos de la II República. Era famosa la bolsa solidaria que allí
existía, llamada de: "Suelta o coge", todo ello en la más absoluto
anonimato.
Enfrente del cine estaba el embrión de lo que fue una
importante razón social, como logró ser PEDRO ROMERO, allí empezó a comprar
papeles, trapos, y todas las lanas que podía de aquellos colchones antiguos, y
la verdad que montó su pequeño imperio, que durante muchos años, se ha lucido
en la Calle Jesús y María, y durante varias décadas, ha sido un referente de
los comerciantes intermedios. En la Fuenseca, en San Pedro, en Santa Rosa, y en
la Calle Jesús y María, también llegó esta marca que como hemos dicho empezó en
la Fuenseca, al lado de la barbería, que regentaba el marido de Isabel, de la
saga de las Genaras. Lamentamos que hoy en día esta razón comercial, tan querida
en Córdoba, se haya visto convertido en el negocio de la "Vaca que
ríe", por la vaca que han puesto en la franquicia comercial que ha
sustituido la mayoría de la actividad de esta empresa,
Un poco más
retirado se encontraba el CINE SAN CAYETANO, que se encontraba en la Avenida de Obispo Pérez Muñoz, en la
acera en donde estaba la casa del torero Martorell, la fundición de Bernardo
Alba y el taller de "Mata-palos", este cine ponía su cartelera junto
a la fuente de la Piedra Escrita, y por aquellos tiempos, marcó época una
película de Antonio Molina, que se llamaba EL PESCADOR DE COPLAS, éste artista malagueño
había irrumpido con gran fuerza en el mundo de la canción y muy especialmente
por su estilo único e inconfundible, que le hizo arrastrar tras de sí a muchas
mujeres ya maduras que lo tomaron por su ídolo, Además por aquellos tiempos se
publicó en la prensa que este artista malagueño se había dado a conocer en el
Gran Teatro de Córdoba, en donde debutó al final de los años 1940. Luego
también se recordó lo del famoso guiso de habichuelas que se comió en Córdoba,
en casa de Manuel Rodríguez "Palitos", primo hermano de Manolete y
empleado del Banco de Santander, y que según parece entabló una buena amistad
con él. El día de su debut en el Gran Teatro de Córdoba, su atuendo de cara al
escenario, era un traje bastante más grande que la talla que requería su
estatura y en los primeros compases de su actuación, aquello fue motivo de
sorna y risa entre los espectadores, pero a medida que fue cantando, se metió
totalmente al público en el bolsillo, y faltó poco para que lo sacaran en
hombros como a los toreros. Antonio Molina, había debutado en Córdoba y había
triunfado. Cada vez que volvió a Córdoba, siempre recordaba lo del traje de su
presentación."