Una parroquia, en este caso bajo la advocación de Santa Marina, es la que da nombre a nuestro barrio como ocurre con otros de la ciudad. Cuando el rey Fernando III arrebató Córdoba a los musulmanes en el 1236 la dividió en collaciones o parroquias. A la nuestra le otorgó el nombre de Santa Marina de Aguas Santas, en honor a esta virgen y mártir española.
Así pues la iglesia, una de las llamadas iglesias fernandinas, se inició tras las conquista cristiana en el siglo XIII. Es de estilo gótico-mudéjar y presenta planta basilical de tres naves, en las que la central es más alta que las laterales. las cubiertas, como es frecuente en el arte mudéjar, son de artesonado. En su sobrio interior es de destacar la capilla mudéjar de los Orozco.
La plaza de Santa Marina y la contigua del conde de Priego, están dominadas por la silueta de esta iglesia que se alza como una fortaleza con sus poderosos contrafuertes.
Más adelante habremos de hablar más en detalle de este monumento, uno de los más emblemáticos de nuestra ciudad.
miércoles, 27 de febrero de 2008
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