domingo, 2 de marzo de 2008

Árboles


Aunque no son muchos, ni muy variados, Santa Marina también tiene y ha tenido sus árboles. El de la foto es el fresno del lado norte de la iglesia. Un ejemplar singular que ya recogieran Manuel de César y Lola Salinas en su libro Los árboles de Córdoba. Esperemos que no acabe siendo víctima del acoso automovilístico como lo fue un joven arce de Canadá plantado en la plaza del Conde de Priego tras su remodelación ; obra que por otra parte se llevó por delante el maravilloso ciprés que durante décadas ornamentó y perfumó esa plaza, cobijando bajo su majestuoso porte tanto a pájaros como a viandantes naturales y foráneos.

Ojalá la uniformidad del naranjo no acabe dominando nuestras calles y plazas, porque también los arces negundos y aligustres de las Ollerías están sufriendo últimamente la condena de nuestras autoridades municipales.

En este blog dedicaremos espacio a nuestros árboles, como también a la necesidad de zonas verdes en un ya casi granítico barrio en el que brillan por su ausencia.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Que suerte tiene ese árbol, aún no lo ha visto la concejala Rosa Candelario y se mantiene con vida.